La Fundación CERMI Mujeres (FCM) lamenta que el informe ‘El progreso de las Mujeres en el Mundo 2019-2020: Familias en un Mundo cambiante.’, elaborado y difundido por ONU Mujeres, no haya tenido en cuenta la realidad de las mujeres con discapacidad.
De esta forma, la FCM celebra que ONU Mujeres haya publicado este informe, pero critica que una vez más haya dejado atrás a los 600 millones de mujeres y niñas con discapacidad que hay en todo el mundo. El informe es parte de la serie ‘El progreso de las mujeres en el mundo 2019-2020’, que coincide con la campaña ‘Generación Igualdad: Por los derechos de las mujeres y un futuro igualitario’.
En este trabajo, ONU Mujeres analiza de qué manera impacta en las mujeres las transformaciones que se están produciendo en las familias. Con siete capítulos y un octavo de recomendaciones, el informe tiene una visión progresista, moderna e inclusiva. Además, señala apoyos que se necesitan, la heterogeneidad de las familias y su diversidad.
Además, pretende crear sinergias y elaborar propuestas de mejora para que en las agendas políticas se tenga en cuenta este informe, se promuevan los derechos de las mujeres y se garantice que todas las familias puedan florecer.
Lo que pretende ONU Mujeres con este informe es hacer un llamamiento a los gobiernos, a la sociedad civil y al sector privado para reconocer la diversidad de las familias, en la que está incluida la discapacidad.
Pese a la especificidad de la discapacidad en determinadas cuestiones como la educación sexual, la pobreza, las tareas de cuidado y la violencia, sigue habiendo un déficit en la recogida de datos y su posterior análisis, donde no se tiene en cuenta a las mujeres con discapacidad.
Además, CERMI Mujeres expresa su preocupación por el hecho de que la perspectiva interseccional todavía no haya calado en todos los organismos de derechos humanos. “La consulta a las organizaciones representativas de mujeres y niñas con discapacidad todavía es una tarea pendiente en los principales organismos de derechos humanos y las demandas de las mujeres con discapacidad todavía no son del todo escuchadas. Existe un enorme impacto en la concepción de familias y en las consecuentes políticas públicas e inversiones a tener en cuenta por parte de los gobiernos si las mujeres con discapacidad son las que ejercen la maternidad, variando incluso con cada discapacidad y habiendo en muchos casos no solo una ausencia del estado, sino una opresión por parte del mismo a través del sistema de justicia con la retirada de la custodia de hijos e hijas a las madres con discapacidad”, explica LA FCM.
Por último, la entidad advierte de que los estados todavía no brindan suficiente apoyo a la infancia con discapacidad y que la planificación familiar para muchas mujeres con discapacidad aún no es un derecho garantizado. Por ello, todas estas cuestiones deben ser tenidas en cuenta en las políticas públicas de los países y también en los estudios sobre derechos humanos.
Fuente: CERMI