Tras dos años de obligado parón por el COVID, el pasado viernes volvimos a celebrar nuestra siempre tan esperada fiesta de fin de curso. Además de los juegos en familia y la merienda que generosamente compartieron las familias, este año disfrutamos de la exhibición de danza de nuestros chicos y chicas sordas que han participado en este interesante proyecto de la mano de Indalecio Seura, profesor del conservatorio. Los jardines de ARANSBUR fueron el lugar perfecto para una tarde en la que se reunieron más de 80 personas, y en la que compartimos muy buenos momentos, repletos de emociones y risas, algo que echábamos de menos y que nos llena de satisfacción. Durante la jornada, hubo momentos también para el reconocimiento y agradecimiento de las familias de ARANSBUR por el trabajo realizado durante estos dos años de un intenso y difícil día a día, al tiempo que las profesionales agradecen la confianza y apoyo de las familias. Profesionales y familias… ¡qué gran equipo!