El Orfeón infantil presentará el día 25 de junio en el Principal una canción con estrofas interpretadas mediante la lengua de signos.
Can you hear me es el título de la canción con la que el Orfeón infantil terminará su tradicional concierto de San Pedro, que se celebrará el 25 de junio en el Teatro Principal y que este año como peculiaridad tendrá que los sesenta integrantes del conjunto coral interpretarán varias estrofas de este tema en la lengua de signos, después de haberlos ensayado durante meses con la asociación Aransbur. «Creemos que es una manera de acercar un poco la música a las personas sordas, aunque sabemos que es muy difícil», explicó la directora del Orfeón infantil, Ana Isabel Ayala al explicar el porqué de la elección de esta canción.
Can you hear me es un tema del compositor británico Bob Chilcott -considerado un «héroe contemporáneo» de la música coral inglesa, según el periódico The Observer- que narra las sensaciones de una persona sordomuda. «La letra habla sobre cómo se siente y cómo vive alguien sordomudo, alguien que yo he imaginado como un niño y que, al final, dice que vive bien y que sus palabras son sus manos. Entonces, el compositor mete signos, pero la canción es en inglés y también los signos, por lo que pensamos que, ya que lo hacíamos, teníamos que signar en castellano», cuenta Ayala para explicar cuál fue la primera dificultad con la que se encontraron y que pudieron solucionar rápidamente con ayuda de Aransbur.
Un poco antes de Semana Santa contactaron con la asociación para que tradujeran esos signos a castellano y, sobre todo, para que les enseñaran cómo interpretarlos. «Es más difícil de lo que parece, y tenemos la dificultad añadida de que, aunque es un tema muy sencillo cantado a dos voces, hay que adaptarlo a la velocidad de la música y hay que conseguir que los sesenta niños lo hagan al mismo tiempo y de manera parecida, porque cualquier variación en los signos cambia el significado», comenta la directora de la coral infantil del Orfeón. Para Aransbur esta tarea es relativamente simple porque ya pusieron signos al Himno a Burgos, así que tenían experiencia coral, por así decirlo.
Ambos colectivos han ensayado juntos varios sábados por la mañana y Aransbur considera ahora que hasta la víspera del concierto no será necesario volver a reunirse porque los cantores ya conocen bien los signos, solo tienen que practicar para conseguir algo más de agilidad y naturalidad al interpretarlos. «Cuando hemos ensayado con socios de Aransbur nos ha sorprendido mucho de qué forma tan rápida mueven las manos. Creo que ha sido una experiencia muy positiva para todos, y creo que a los niños del Orfeón les ha hecho pensar en cosas que hasta ahora no se habían planteado», comentó Ayala.
Al escenario
La intención del Orfeón y de Aransbur es que el día del concierto suba al escenario algún niño socio del colectivo de sordos para interpretar estas estrofas junto a los integrantes de la formación infantil y juvenil del Orfeón. Ayala considera que, además de ser una manera de agradecer a la asociación su colaboración, esta sería una forma de aproximar un poco al colectivo a un arte inaccesible por su deficiencia auditiva.
«Lo hemos hablado y ahora solo falta que Aransbur decida qué niños lo hacen», explicó.
Y dado que Aransbur también se encargó de signar el Himno a Burgos, el tema con el que se pone punto y final a todos los conciertos del Orfeón, ambos colectivos están barajando la posibilidad de interpretarlo juntos en el concierto del 25 de junio.
Fuente: Diario de Burgos